La jardinería va de la mano de la educación nutricional. Los jardineros aprenden de forma práctica cómo crecen las plantas, experimentan el cultivo y la degustación de diversos alimentos y aprenden a apreciar y comprender mejor la comida. Los estudios han demostrado que los niños que eligen, cultivan o ayudan a preparar alimentos tienen más probabilidades de probarlos.
Usted no tiene que comenzar con jardines muy grandes para provocar el interés de los niños. Comience poco a poco con actividades y experimentos prácticos como:
- Jardín en un guante – Plante semillas en un guanto transparente con solamente una bola de algodón mojada.
- Terrario en vaso de ensalada - Siembre lechugas o semillas de hojas verdes en un vaso de papel pequeño con tapa de cúpula transparente.
- Verduras en una botella – Recicle botellas de plástico u otros recipientes para plantar semillas guardadas de verduras sobras de la mesa del comedor.
- Collar de ensalada – Plante semillas en un pequeño recipiente para condimentos con tapa e hilo para colgar del cuello. Estos jardines pueden llevarse puestos o colocarse en un lugar cálido y soleado para observar.
- Collar de semillitas – Germine semillas en una pequeña bolsa de plástico transparente con hilo para llevarla colgada del cuello o colgarla en una ventana soleada para su observación.