El agua subterránea tiene su origen en la lluvia que viaja por la superficie terrestre, ingresa a los arroyos y ríos, y también se filtra a través de los suelos y termina en los acuíferos subterráneos a los que accedemos. Nuestra agua está esencialmente conectada y reciclada. Esta conectividad del agua enfatiza la importancia de proteger este recurso crítico y, además, que todos podemos desempeñar un papel, y por lo que también celebraremos el Día Proteja su Agua Subterránea, que se llevará a cabo esta semana el 3 de septiembre.
Elecciones cotidianas
Muchas de nuestras actividades diarias pueden afectar la calidad del agua, ya sea subterránea o superficial. Lo que tiramos a los desagües, dónde y cómo lavamos nuestros automóviles, qué tiramos, el fertilizante que usamos, la sal que echamos en nuestras carreteras o aceras, estas y muchas otras actividades pueden influir negativamente en la calidad de nuestra agua. Claro, parte del agua que usamos se trata, pero no toda la contaminación puede eliminarse y con el tiempo, termina en nuestras aguas subterráneas o superficiales.
Conservar y proteger
Entonces, ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para administrar mejor el agua? Unas pocas prácticas sencillas ayudan mucho. Conservar el agua arreglando los grifos que gotean, cerrar el grifo mientras se cepilla los dientes, usar electrodomésticos de alta eficiencia que usen menos agua, limitar el tiempo en la ducha, usar un barril de lluvia o un jardín de lluvia y regar menos el césped. Recicle limpiadores, combustibles, pinturas y medicamentos en lugar de tirarlos o bajarlos por el inodoro. Si tiene un tanque séptico, hágalo bombear cada tres o cinco años.
Recuerde, independientemente de dónde viva y de dónde provenga su agua, gran parte de lo que hacemos influye en la calidad del agua. Así que piense antes de actuar y ponga de su parte para proteger nuestras aguas.
Para obtener más información sobre cómo garantizar un sistema de agua subterránea limpio y seguro, visite https://extension.umd.edu/well-and-septic