Puede ser difícil decidir qué bebidas dar a sus niños pequeños con todas las opciones disponibles. Las etiquetas pueden confundir con nombres como "bebidas de frutas" y "leche para niños pequeños" que suenan saludables. Las investigaciones demuestran que lo que beben los niños -desde el nacimiento hasta los 5 años- puede tener un gran impacto en su salud. Pero, ¿qué bebidas se recomiendan realmente a los niños pequeños? ¿Y cómo conseguir que beban lo mejor? Analicémoslo juntos:
- Hágalo simple: Agua y leche natural son las mejores opciones. En cuanto al agua, se recomienda empezar a introducirla en las comidas después de incorporar los alimentos sólidos. De los 12 meses a los 3 años, se sugieren de 1 a 4 vasos de agua al día. Aumente a 1½-5 vasos al día entre los 4 y 5 años. En cuanto a la leche, puede empezar a añadir leche entera a la dieta de su niño a los 12 meses, y pasar a leche desnatada (sin grasa) o baja en grasa (1%) a los 2 años. (Como siempre, consulte con su profesional sanitario las necesidades individuales de su niño). Para revisar una tabla que muestra estas cantidades recomendadas según la edad, visite esta página (página en inglés).
- Sea realista: El jugo de fruta no es una bebida necesaria para los niños pequeños, y no debe servirse a los niños antes de los 12 meses. A partir de esa edad, una pequeña cantidad de zumo está bien, pero asegúrese de que sea jugo de fruta 100%. Busque la etiqueta "jugo 100%" en la parte frontal del envase. Si no está, la bebida puede contener azúcares añadidos y/o edulcorantes dietéticos, que los expertos en salud no recomiendan. También usted puede añadir agua o hielo para llenar un vaso más grande y hacer que el jugo sea menos dulce. Intente limitar el consumo de a unas 4 onzas líquidas o ½ taza al día (los envases de jugo suelen contener unas 4 onzas líquidas).
- Aléjese de estas opciones: Todos los niños de 5 años o menos deben evitar la leche con sabor, la leche de fórmula para niños pequeños, la leche vegetal o no láctea (a menos que lo indique un médico), las bebidas con cafeína y las bebidas azucaradas o bajas en calorías (como los refrescos y las bebidas deportivas o energéticas), ya que estas bebidas pueden ser grandes fuentes de azúcares añadidos en la dieta de los niños pequeños y no aportan ningún valor nutricional añadido. Las bebidas de frutas y las leches infantiles se comercializan a menudo como saludables, pero vea estos breves vídeos para descubrir la verdad que se esconde tras el bombo publicitario (bebidas afrutadas, leche para bebés).
- Cambie cosas: Sustituya las bebidas con sabor a fruta por zumo 100% de fruta o verdura, o mejor aún, ¡fruta entera o troceada! Sustituya las bebidas para deportistas por agua fresca y fría, y la leche con sabor por leche sola. Elimine por completo los refrescos y las bebidas energéticas: los niños ya tienen suficiente energía, ¿verdad?
- Haga que el agua sea la bebida prioritaria: Si necesita ayuda para conseguir que a los más pequeños les guste el agua, ¡pruebe a hacerla divertida! Si su niño no acepta el agua sola, pruebe a añadirle trocitos de fruta fresca o hierbas para mejorar su sabor, como en nuestra receta de agua salvaje (Sugerencia: déjeles elegir qué ingredientes añadir). Consiga una pajita, un vaso o una botella de agua especial para niños, sólo para beber agua. Y no olvide ser un modelo a seguir; ¡habrá más opciones de que sus niños beban agua si ven que usted también disfruta bebiéndola!